sábado, janeiro 14, 2006

Momentos de reflexión


El jueves, volviendo hacia casa, un grupo de personas, inusitado para esas horas, se acumulaba frente al semáforo, la sospecha de que algo nada bueno había sucedido, nos incitó a acercarnos al lugar, y bueno en estos casos, aunque hubiera sido mejor que hubiera fallado, la sospecha se cumplió, y un hombre yacía tendido sobre el negro y frío asfalto, dos hombres, de cuclillas, abrigaban y cuidaban de él; aquel señor de mediana edad que se disponía a regresar a su hogar después de una dura jornada de trabajo había sido atropellado, no conozco las causas, ni los hechos, ni como sucedió; solo se que el inser (por no decir palabras más malsonantes) que le atropelló siguió su camino sin importar que con su vehículo es probable que haya sesgado una vida humana, puede ser que sin comerlo ni beberlo, no intento con esto hechar la culpa a nadie del accidente (o no accidente, no lo vi y no tengo argumentos para deducirlo), solo mostrarme indignado con el comportamiento de algunos seres humanos, lo de humanos por decir algo, con la irresponsabilidad de los actos que uno comete, y bueno porque no, haceos reflexionar un poquillo sobre el tema.
Mis últimas noticias es que el hombre es probable que muera, espero de corazón que me hayan informado mal, y aquel hijo que por casualidad paso por el escenario de tan vergonzoso suceso y vió a su padre tendido sobre el asfalto, indignado por la huida del atropellador, pueda volver a disfrutar de su padre.
Espero que la sentencia a favor de Farruquito y la gran difusión que ha tenido en los medios no haya tenido que ver nada con la huida del atropellador.